La policía desarticula en Vilanova una células “yihadistas” de captación y apoyo logístico

Una de las células tenía como objetivo la captación, reclutamiento y apoyo logístico a las redes de envío de terroristas suicidas a Iraq. La otra, desarrollaba labores de captación, adoctrinamiento y envío de combatientes a zonas en conflicto, centrándose actualmente en proporcionar efectivos a la red Al Zarqawi-Ansar Al Islam y facilitar el tránsito de operativos procedentes del Norte de África con destino final a Iraq.

Las dos operaciones simultáneas y coordinadas de las Fuerzas de Seguridad son consecuencia de las investigaciones practicadas sobre las tramas internacionales de las organizaciones terroristas Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Ambas adheridas a los postulados y disciplina “yihadista” mundial promovida por Al Qaeda.

Operación Chacal

Esta operación ha permitido desarticular una célula asentada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) que tendría por objeto la captación, reclutamiento, adoctrinamiento y apoyo logístico a las redes de envío de terroristas suicidas a Iraq.

Como consecuencia de las investigaciones realizadas se pudo identificar una célula terrorista islamista que estaría desarrollando actividades de proselitismo y propaganda de la interpretación Salafista jihadista del Islam, así como captación, reclutamiento y ayuda al transito de mujahidines hacia zonas en conflicto armado, en especial Iraq, a través de Siria, Jordania y otros países del entorno, así como en la financiación de las actividades del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) en Europa. Se ha comprobado que esta célula fue la encargada de la captación, reclutamiento y envío de un individuo inmolado en un atentado en Nasiriya acaecido el 12 de Noviembre de 2003 en el que murieron doce Carabinieri, cinco militares, dos civiles italianos y nueve iraquíes. La determinación de esta vinculación ha sido posible gracias a la colaboración de los laboratorios de investigación de las Fuerzas de Seguridad españolas e italianas

Operación Camaleón

La segunda operación denominada “Camaleón” se ha desarrollado contra una célula, con base en Madrid y ramificaciones en Barcelona, que estaba desarrollando labores de captación, adoctrinamiento y envío de combatientes a zonas en conflicto, centrándose actualmente en proporcionar efectivos a la red Al Zarqawi-Ansar Al Islam. Además, facilitaba el tránsito de operativos procedentes del Norte de África con destino final a Iraq.

Asimismo, realizaba la acogida, alojamiento y cobertura de operativos de regreso, a su vez encargados del asesoramiento y selección de nuevos candidatos y de la planificación de acciones violentas que la dirección de Al Qaeda decidiera acometer en territorio europeo.

Investigaciones sumamente complejas

Parte de los cometidos que desarrollan los miembros de las células investigadas en España se centrarían en las labores de acogida, financiación, cobertura logística y documental, de miembros de organizaciones terroristas tales como el Grupo Salafista por la Predicación y el Combate (GSPC) argelino o la marroquí Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Todo ello era previo a su envío a Iraq, donde llevarían a cabo atentados terroristas de naturaleza suicida o se formarían dentro de la insurgencia en el manejo de armas, explosivos y técnicas de guerrilla.

La célula establecida en Barcelona, además de realizar labores de alojamiento a los “candidatos” a entrar en Iraq, se dedicaría a la obtención de fondos para la causa Iraquí y costear los viajes de los combatientes, para lo cual dispondría del entramado económico necesario, estando este muy probablemente basado en diferentes negocios pantalla, es decir, legalmente establecidos. Parte de sus fondos se dedicarían a financiar sus actividades dentro de la red establecida en la estructura de la organización terrorista Al Qaeda.

La célula establecida en Madrid estaría dirigida por un ciudadano argelino, antiguo activista de las redes terroristas argelinas asentadas en nuestro país, el cual habría recibido entrenamiento en Afganistán. Ahora era el responsable de la obtención de información operativa sobre posibles objetivos y la financiación de estructuras asentadas en el exterior de España a través de enlaces como un ciudadano marroquí que podría tener conocimientos tanto en la detonación de artefactos explosivos, como de electricidad y electrónica.

En el transcurso de las dos operaciones se han efectuado más de treinta registros y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han incautado de diversa documentación y soportes informáticos que están siendo analizados en estos momentos.