PATRIMONI
01-04-2021 8:56
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Lo que queda de aquel intento de hacer servir la fuerza de las olas para moler el grano de los cereales y obtener harina, es la estructura ruinosa enclavada en la actual Playa del Far.
Tiene una modesta historia que pone de manifiesto el espíritu empresarial y modernizador del promotor de ese molino, Francesc Terrés, allá por el 1801.
La ruina que nos ha quedado recuerda un modesto arco de triunfo romano de algo más de doscientos años de antigüedad.
Lo importante es que forma parte del grupo de elementos que dan carácter al Barrio de Mar, como son la Farola, o las casas blancas y azul del Paseo Marítimo, entre otros.
Si escribo esto es para llamar la atención de que su deterioro empieza a ser preocupante. Son profundas las dentelladas que ha sufrido en los últimos años.
No se trataría tanto de reconstruir el molino como si fuera nuevo, pero si de consolidar, lo mejor que se pueda, la ruina actual.
Además de evitar que se desmorone, la ruina del Molino de Mar merecería tener una placa explicativa del por que de su existencia, como esas que ha instalado el Ayuntamiento para explicar las aves y otras informaciones sobre nuestra costa.
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