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FUTBOL PRIMAVERA
29-01-2007 19:32
En los mentideros futbolísticos de Sitges y Vilanova comienza a circular el rumor de que esta escasez de recursos con la que Supernova.es decide afrontar los partidos más decisivos obedece en realidad a un gusto por lo épico no apto para cardiacos propio de las almas nobles que componen este equipo prodigioso. Reconoce sin embargo el cronista que esta precariedad no es algo que lamente especialmente, pues suele ocurrir que es en estas circunstancias cuando su pluma industriosa encuentra material más que de sobra para elaborar sus humildes crónicas. Dicho de otro modo, esta
Supernova guerrillera se presenta en el Aiguadolç en la noche más fría del siglo a jugarse el segundo puesto frente al multitudinario Fincas Voramar con solo diez jugadores, más, eso sí, una sorpresa de vuelo majestuoso y picadura mortal: la reaparición de Darío Salgado, la serpiente emplumada.
Condicionada por las ausencias, Supernova.es plantea desde el inicio un partido muy táctico en el que sin ningún escrúpulo cede el terreno y la posesión de balón a su rival. No comenzarían bien las cosas cuando a los cinco minutos de juego un delantero de Fincas Voramar aprovecha un balón aparentemente inofensivo para marcar el primer gol del partido; 0-1. A pesar del mazazo inicial, los de Sitges mantienen la cabeza fría, y sin perder el sitio en el campo poquito a poco se van haciendo con la posesión de balón. Inmensos en esta tarea el sabio de Ferro y Chaca, será este último quién estrelle en el poste el primer aviso en un disparo raso tras un espectacular internada en el área en la que dejó sentados a cuantos contrarios le salieron al paso. Todo Sitges cantó el gol que la sensacional jugada de Chaca merecía. Salvo en un par de chuts muy lejanos, Fincas
Voramar, muy desconcertado, apenas volverá a inquietar a Cosme en toda la primera parte, que acabará siendo dominada por una Supernova colosal. Pudieron empatar los de Sitges en un par de córners muy cerrados que se pasearon delante de la portería sin que nadie acertara a rematar. No ocurrió así. Con las espadas en alto y la mínima ventaja visitante se llegaba al descanso.
Con los dos equipos en el campo esperando el regreso del árbitro, en el área del Supernova se instala un intenso debate sobre la clase de viento que esa noche azota el Aiguadolç. Tuvo que ser Gasky, curtido lobo de mar y trotamundos a cuyo lado el mismísimo Phileas Fogg podría parecer un dominguero pretencioso, quien pusiera nombre al viento de marras: terral.
De este modo, con un terral frío como la madre que lo parió, daba comienzo una segunda parte en la que una Supernova gigantesca, de disciplina prusiana y espíritu indomable, iba a ofrecer otra inolvidable noche de fútbol. Apenas se llevaban diez minutos de juego cuando se produce el primer picotazo de la serpiente. Darío controla un balón en el área y es derribado por un defensa. El zurdo de oro no perdonará desde el punto de penalti; 1-1. Llega entonces el mejor juego de los locales. Pudo marcar el guaje en una internada por la izquierda, pero su remate cruzado se fue alto por poco. El sueco más imprevisible de la historia también tendría su oportunidad para marcar de cabeza, pero cuando se disponía a rematar a puerta vacía el excelente centro del guaje, el portero desvió el balón con la punta de los dedos evitando así que Supernova.es cobrara ventaja en el marcador. Fue sin embargo Fincas Voramar quien se volvió a adelantar en el marcador al rematar su fichaje de invierno Sergio un balón en el segundo palo; 1-2. El propio Sergio pudo tal vez sentenciar el partido tras un control de espuela, pero su remate cruzado se fue fuera por muy poco. A pesar de todo no bajaba los brazos esta Supernova inconformista. Agonizaba el partido cuando iba a llegar el momento mágico de la noche. El sabio de Ferro lanza un balón largo a la banda que recogerá de forma majestuosa la serpiente emplumada. Darío vuela para llevarse el balón entre dos contrarios, y pica mortalmente para marcar el empate con una impresionante vaselina a la salida del portero; 2-2. Euforia incontenida en la celebración. No habría tiempo para más.
En el vestuario con cerveza y entre abrazos el empate se celebró como si de una victoria se tratara. No era para menos. Tras un partido heroico, Supernova.es conseguía mantener su segundo puesto en la clasificación y sus aspiraciones de ascenso resultan cada vez más reales.
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