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FUTBOL PRIMAVERA
02-04-2007 21:32
La derrota flácida de la pasada jornada frente a Tacó no sólo había dejado las opciones de ascenso reducidas a la condición de milagro, sino también lo que podría calificarse como una crisis de identidad en el juego del equipo. Ambas circunstancias convertían el partido frente a Penya Ribes en un choque decisivo para, en primer lugar agotar sus últimas posibilidades de ascenso; y, en segundo lugar, recuperar la confianza en su juego. Con este fin el equipo se reúne y conjura en el vestuario en unos instantes previos al partido en el que pueden escucharse toda suerte de frases de ánimo que el cronista tratará de reproducir en la medida de sus posibilidades memorísticas. Todo comenzó con el clásico "Mejor morir de pie que vivir arrodillado" (frase que, si bien se atribuye mayoritariamente a Ernesto Che Guevara, hay sin embargo quien adjudica al Guerrero del Antifaz en su incesante batallar contra las hordas del infiel Saladino). No faltó el aserto favorito de Neil, Demolition man, que diríase tomado literalmente del guión de Gunga Din: "Muerte antes que deshonor". No acaba aquí la cosa. Con el vestuario en plena comunión, alguien, también con la intención de estimular a los miembros, soltó la siguiente perla que el cronista reproduce a continuación:
"Quiero morir jodiendo por sorpresa, y que me entierren con la picha tiesa".
Sobre la identidad de quien así arengaba a sus compañeros el cronista no piensa decir una sola palabra, aunque afirma que inmediatamente reconoció al irreverente José de Espronceda en una cita cuya autoría esta vez no ofrece discusión. Disuelta de este modo la congregación, y consumado el conjuro, daba comienzo un partido para la esperanza y la reafirmación que, si bien acabó en derrota, ofreció la imagen de una Supernova tan orgullosa e inconformista como desafortunada.
Las ausencias de Txema, Cosme y Paolo permitieron reverdecer viejos laureles rojiblancos a la pantera, que volvía a sentir bajo los palos el gusanillo de cuando le disputaba la titularidad a José Francisco Molina en el mejor Atlético de Madrid de los últimos treinta años. Muy pronto tendría ocasión de quitarse de encima los nervios al resolver con un paradón deslumbrante un chut a quemarropa de un delantero de Ribes. La pantera marcaba así su territorio, mientras que un Supernova muy bien posicionado casi no permitiría a su rival ni una sola ocasión más en toda la primera parte. Deja el cronista para más adelante explicar la amenazadora presencia del adverbio "casi", que los lectores harán bien en interpretar como un mal augurio en el relato de un primer tiempo con pocas ocasiones de gol en el que Supernova controló a su rival y tuvo su mejor ocasión en una internada de Darío que pudo marcar a pase de Mats; pero cuyo disparo repelió finalmente un defensor. El hechicero de Confesión ya lleva unas jornadas diciendo que a este equipo le ha debido de "mear un gato". Lo cierto es que este comentario simplón, que dicho por cualquier otro resulta completamente anodino, dicho en cambio por el hechicero del equipo cobra sentido cuando uno menos se lo espera. Así ocurriría. Cuando todo el mundo esperaba el final de la primera parte con el empate a cero del inicio, Penya Ribes roba un balón y en el contraataque un delantero lanza un disparo cruzado flojo como el pedo de un mosquito, y ajustado como el presupuesto de un pordiosero que se cuela junto al palo para sorpresa de propios y extraños; 0-1. Aquí explica el cronista el porqué del empleo del adverbio "casi" al mismo tiempo que da por concluido el relato de esta trabajada primera parte de injusto marcador adverso para Supernova.
El zorro del Nervión no está dispuesto a dejar escapar el partido y decide dar entrada a Roger en el centro del campo. Obetivo: tocar el balón sin perder las posiciones. Muy pronto se deja notar la mano lenta del bluessman de Nothingam y Supernova se apodera del balón desde el comienzo de este segundo tiempo. Sin embargo será Penya Ribes quien comience golpeando al marcar en posición de fuera de juego tras una serie de rebotes afortunados; 0-2. El gol no sólo no amilana a los de Sitges, sino todo lo contrario. Es entonces cuando más va a dominar el partido el equipo local que encierra en su campo a una Penya Ribes que desde ese momento lo fiará todo a su velocidad en el contraataque. En pleno dominio local llegó el gol de Cesc. Córner que lanza el káiser desde la izquierda, toca de cabeza Chaca y el zurdo de oro se anticipa al portero y marca, también de cabeza, de espaldas a la portería; 1-2. Sólo hay un equipo en el campo y es entonces cuando más factible parece la remontada. En esas andaba el partido cuando una vez más un rebote afortunado cae a pies de un delantero de Penya Ribes que marca desde fuera del área con un trallazo imparable; 1-3. Supernova nuevamente con dos goles de desventaja decide mantener su apuesta de juego y control de la pelota y lo que queda de partido será un monólogo futbolístico de los locales tan abrumador como infructuoso frente a un Penya Ribes ya sólo pendiente de mantener el marcador. El sensacional gol de Chaca al rematar un gran centro de Darío pondría un toque de distinción a un partido que Supernova no mereció perder; 2-3.
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