La portada de la revista EL JUEVES es de indudable mal gusto, pero, ¿y qué? Muchos musulmanes encontraron las caricaturas de Mahoma publicadas por un rotativo danés insultantes, pero aun así la libertad de expresión es un derecho fundamental de todo ser humano y jamás debemos dejar que nos la arrebaten ni líderes religiosos ni monarcas que, encima, fueron impuestos por una dictadura que tuvimos que aguantar durante cuarenta años y que se definía, precisamente, por la falta de libertad de expresión. No es sorprendente pues la actitud borbónica ni la influencia que la Casa Real ejerce sobre la Justicia (con mayúscula, que no es la misma que la que empieza con minúscula) española. Sencillamente indignante.
Yo no estoy dispuesta a que una familia cuya autoridad y manutención me impusieron me diga, además, lo que puedo o no puedo leer acerca de ellos. Y tampoco estoy dispuesta a quedarme de brazos cruzados sin defender la revista EL JUEVES que, nos guste más o menos, siempre ha tenido la valentía de criticar a los que todavía venera la España de charanga y pandereta.
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