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FUTBOL
19-11-2007 19:29
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Grandes eran, por tanto, las esperanzas depositadas en aquella plantilla por el público, la prensa y la suntuosa directiva, formada en aquellos años por una nutrida representación de la oligarquía local. Sin embargo, tras poco más de dos meses de competición, ni los resultados, ni el juego del equipo habían respondido a las expectativas; y aquel club modesto, pero con aspiraciones, renqueaba por la mitad de la tabla dando una de cal y otra de arena.
Para la duodécima jornada del campeonato se esperaba la visita del líder, otro equipo con aspiraciones al que las inversiones, en cambio, sí le estaban dando unos excelentes resultados. En vísperas de aquel comprometido encuentro, tras el último entrenamiento de la semana, aquel entrenador curtido en mil batallas se dispone a dar la última rueda de prensa ante unos periodistas sedientos de sangre, y una directiva que ya afilaba sus cuchillos. Con habilidad de espadachín, el viejo entrenador responde al interrogatorio sin desvelar su estrategia.
La enésima pregunta sobre el sistema de juego trabajado durante la semana para recibir al líder parece colmar la paciencia del viejo míster que, por fin, revela la táctica, pronunciando una frase con la que pasará a la historia:
- No se trata de jugar matándonos de risa, pero si prueban a serenarse seguro que nos va mejor.
El viejo entrenador acabó la temporada en el banquillo de aquel club modesto, pero con aspiraciones, dejando además un recuerdo imborrable en la ciudad; y aquel jovencísimo goleador con maneras de estrella, no sólo triunfó en el equipo, sino que muchos años después facilitó al cronista la anécdota con la que comienza esta crónica. Su nombre: Jorge Valdano.
Mal comenzarían las cosas para el Supernova ante el siempre difícil equipo de Canyelles. Una falta al borde del área en el minuto 5 de partido servirá a Luis, un histórico del Primavera, para adelantar a su equipo con un sutil lanzamiento de zurda; 0-1. Los de Sitges comenzaban así un partido en el que irían siempre a remolque, pero que pese a ello no tardarían en empatar. Jugada Sebas Algote por la derecha; su centro lo remata al larguero el zorro del Nervión y Raúl sobre la línea de gol empuja la pelota; 1-1.
El partido se estaba jugando a un ritmo de vértigo y las ocasiones se suceden en ambas porterías. Sebas Algote estará apunto de adelantar a los de Sitges en un mano a mano con el portero que finalmente detendría el lanzamiento del gallina. En el minuto 16 un robo de balón daría a Luis la oportunidad de adelantar de nuevo a su equipo, esta vez con un potentísimo zurdazo; 1-2. El partido es de ida y vuelta, y los locales dispondrían de tres ocasiones en otras tantas entradas desde atrás que rompen el fuera de juego de Canyelles por parte de Joaquín, en dos ocasiones, y Raúl. Ni el chicharrero, ni el gasteiztarra lograrán batir al portero de Canyelles, muy rápido en las salidas. Sí llegará el empate en el minuto 37. Jugada entre Cesc y Raúl con centro de este último que es rematado a gol por el zurdo de oro de un voleón espectacular; 2-2. Con empate en el marcador concluía un intensísimo y emocionante primer tiempo.
La segunda parte comienza con dominio local tan intenso como infructuoso. Las llegadas de Canyelles a la portería contraria podrían contarse con los dedos de una mano, pero, lamentablemente para los de Sitges, serán suficientes para darles la victoria. Un disparo lejano y muy alto, de nuevo de Luis, será durante muchos minutos la única noticia de Canyelles en ataque. El dominio territorial corresponde a un Supernova que no acaba de encontrar el camino de la portería contraria. A balón parado es donde los locales se muestran más peligrosos; sin embargo será en un contraataque propiciado por un córner donde se fragüe la victoria para Canyelles; 2-3.
Había mucho tiempo por delante y Supernova lo intentaría de todas las maneras posibles. Jugada del zorro del Nervión que regatea sobre la línea de fondo, pero el portero de Canyelles, de nuevo muy atento, evita el remate del bilbaíno. Sebas Algote estará también a punto de marcar en dos ocasiones. En la primera de ellas el portero visitante evita el gol con una mano prodigiosa cuando el chut cruzado del gallina entraba en la portería. En la segunda un clarísimo agarrón en el área no señalado por el árbitro impediría el disparo final del delantero cuando se encontraba en una posición muy favorable. La última ocasión para los locales también sería para Sebas, pero un mal control le impediría plantarse sólo ante el portero. No habría nada más que añadir. Con muy poco fútbol y aún menos llegada, Canyelles se llevaba los tres puntos de Sitges. A Supernova le toca serenarse y mejorar. Hay tiempo de sobra para ello.
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