Raúl Basas |
24-04-2007 23:33
Generoso lector que por estas crónicas te paseas y atiendes con paciencia, interés y tal vez pasión los avatares futbolísticos de esta Supernova ayer dominadora: no habrás encontrado, ni encontrarás una sola crónica en la que el plumilla emplee el término "adocenado" para referirse a este equipo. Sí leerás en cambio, y tal vez reiterados en exceso dadas las carencias léxicas del plumilla, los adjetivos "orgullosa, distinguida y batalladora", pues así ve el cronista a este equipo forjado a base de entusiasmo y, por qué no decirlo, también de sacrificio. Pero, ¡ay cuánto le duele al cronista continuar su argumento!, si bien es cierto que este equipo no es adocenado, no es menos cierto que para despedir el campeonato de liga casi lo fue, pues el equipo que presenta sólo diez jugadores, si no está "adocenado", sí que está "adecenado"; y no sólo eso, está casi condenado a la derrota por más orgullo y esfuerzo que emplee en la batalla. Lector ilustre, se te ofrece a continuación la crónica del último partido de liga en el que esta Supernova adecenada, pese al empeño, encajó media docena de goles que el cronista describirá, eso sí, someramente para no hurgar en las heridas.
Con diez cañones por banda y el zurdo de oro bajo los palos, daba comienzo un partido que muy pronto se pondría cuesta arriba. El tiempo que tardó Rubén Lara en enganchar un pepinazo desde fuera del área para marcar el 0-1 de tiro raso junto al palo. No se deja impresionar esta Supernova orgullosa (véase de nuevo la utilización que hace el cronista del término "orgullosa" en lo que empieza a ser un claro ejemplo de abuso lexicográfico de la palabra) que a pesar de todo mantiene su apuesta futbolística, incluso cuando otra vez Rubén Lara de cabeza marque el 0-2 en un lanzamiento de córner. Era el minuto 23. Sin embargo esta Supernova distinguida y batalladora iba a desarrollar su mejor juego en los 22 minuto restantes. Impulsados por la pelea denodada del incansable Darío, los de Sitges se apoderan del centro del campo, y de aquí al final serán contadas las ocasiones en que Roquetas se acerque a la portería de Cesc. Pudo marcar Supernova en un par de chuts lejanos de el káiser; pero sobre todo pudo marcar en un remate de Raúl tras una buena combinación con la serpiente emplumada. Lamentablemente el cronista no puede asegurar adónde fue a parar el balón tras el chut del gasteiztarra, y sospecha además que es mejor así. Con 0-2 y un juego más equilibrado de lo que reflejaba el marcador finalizaba la primera parte en el Aiguadolç.
Créanle al cronista cuando afirme a continuación que en el comienzo de la segunda parte los diez Supernovas se lanzan a por el partido y ponen cerco a la portería de un Roquetas tan sorprendido como inoperante. Córner que lanza Ariel desde la izquierda y Neil, al más puro estilo Demolition Man, estará a punto de marcar llevándose por delante a todo bicho viviente. Su remate-rebote final salió por encima del larguero mientras todo quisque se preguntaba con qué había rematado el inglés en lo que sin duda puede calificarse como una ocasión cojonuda. El gol no tardaría en llegar en otro córner con los mismos protagonistas: el tiburón centrando y Neil marcando de cabeza; 1-2. Roquetas tiembla y Supernova empieza a creer en sus posibilidades. Las cosas se complicaban de nuevo cuando otra vez Rubén Lara marque al recoger un saque corto de portería; 1-3. Nada cambia en el ánimo de los de Sitges que siguen empujando. Fruto de su entrega llega el primer penalti del partido cometido sobre la serpiente emplumada. Por desgracia el lanzamiento de Chaca es rechazado por el portero. Llega más tarde el 1-4 para Roquetas; y poco después el 2-4 obra de Ariel a pase de Chaca. Llega también el segundo penalti de la tarde por falta en el área, ¡cómo no!, sobre Darío. El lanzamiento del tiburón se va por encima del larguero, y de aquí al final llegan dos goles más de Roquetas y todo el empeño del mundo de una Supernova que hasta el final seguirá luchando contra el rival y los elementos
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