Raúl Basas |
21-05-2007 20:44
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No podía concluir la temporada sin un duelo entre los dos grandes equipos de Sitges: Bolivia y Supernova. Así lo había vaticinado Chaca (cuyas dotes de visionario tal vez sean directamente proporcionales a su consumo de mate) nada más concluir el partido de Roquetas, y así lo deparó un sorteo celebrado a lo grande que contó con la presencia de las más destacadas figuras del campeonato entre otros alicientes que convirtieron el acto en una gran fiesta del fútbol. El cronista por primera vez en la historia hará una pequeña concesión al amarillismo al referir que parece ser que el sorteo de marras también estuvo animado por un nutrido grupo de bellezas locales semidesnudas encargadas de repartir la suerte entre los equipos clasificados. La presencia de estas bellezas sin embargo no fue bien acogida por el grupo de las reivindicativas igualmente autóctonas, las cuales desde un punto de vista logístico no acaban de entender que sea necesario el acompañamiento de señoritas en tanga para definir los emparejamientos de los cuartos de final de la copa. Sea como fuere, lo cierto es que la mano inocente de una de estas ninfas despelotadas determinó el derby sitgetano que el cronista relatará a continuación.
Aunque de alguno de sus miembros sí pueda decirse que acudió al campo en precario, por primera vez en mucho tiempo el Supernova no fue un equipo precario, y esta vez fue capaz de presentar catorce jugadores para un partido de tanta trascendencia. Su rival, Bolivia Sitges, presentaba en cambio un nutrido banquillo así como el habitual y ruidoso apoyo en la grada que sigue a este equipo allá donde juegue. En este ambiente iba a decidirse el primer semifinalista del campeonato. Fieles los dos equipos a su estilo, Supernova cede la posesión de balón a Bolivia, un equipo que se recrea en el toque corto hasta que encuentra la ocasión de lanzar balones largos a sus puntas muy duchos en el arte de buscar la espalda de la defensa. Con dos estilos tan diferentes y dos equipos que se conocen tanto no será de extrañar que la primera ocasión no llegue hasta el minuto 22 cuando un centro chut del zurdo de oro salió rozando el palo de la portería del mítico Darío. En el banquillo de Supernova se cantó el gol que no fue. Sí que acabaría en gol, pero en la portería contraria, una jugada aparentemente inofensiva. Balón despejado por Txema que golpea en un contrario y el rebote cae a la posición de Diego "el flaco" que de cabeza marca a puerta vacía el primer gol del partido; 0-1. Mucha frustración en los locales que por momentos pierden el control del juego y a punto estarán de recibir un segundo gol que no llegó. A punto estuvo también de llegar el empate en un remate de cabeza de Aldo que se estrelló en la parte superior del larguero. Con la mínima ventaja de Bolivia se llegaba al descanso. Quedaba aún por jugarse un segundo tiempo a cara de perro cuyo
relato, ¡oh generoso lector!, comenzará tras este punto y aparte que
también marca el merecido descanso del plumilla.
Los cambios del zorro del Nervión parece sentar bien al equipo que comienza el segundo tiempo controlando el balón y dominando el partido. Supernova empieza a pisar con frecuencia el área rival y las ocasiones de gol caen de su lado. Una extraordinaria jugada de la serpiente emplumada deja solo ante el portero a la pantera, pero su remate se va por encima del larguero. Bolivia, ahora sí, está fuera del partido y todo parece indicar que llegará el gol del empate. Así ocurriría. La pantera envía un balón en profundidad al desmarque de Paolo. El tigre de Liverpool controla en el área, levanta la cabeza y cruza sutilmente la pelota para marcar el empate; 1-1. De ahora en adelante van a llegar los mejores momentos de una eliminatoria extraordinaria. Bolivia vuelve a la carga en busca del gol y Demolition Man saca un balón de la raya en el lanzamiento de un córner. Pudo marcar también el sueco más genial de todos los tiempos, pero su remate en muy
difícil posición salió por encima del larguero. Volvería a marcar sin
embargo Diego "el flaco", verdadero artífice de la salvación de Bolivia en
la liga y ahora también de su pase a semifinales, al culminar con un
tremendo zurdazo una buena pared; 1-2. Todavía faltaban por jugarse quince minutos más el tiempo extra, y no encontrarás, lector, un solo testigo que no diga que los jugadores del Supernova se dejaron el alma en el campo persiguiendo el empate a dos que finalmente no llegaría. Chaca en un córner pudo marcar, pero, con el portero batido, un defensa desvió un balón que entraba. La ocasión más clara sin embargo la tuvo el guaje, quien en el último minuto lanzó una falta y más de uno celebró un gol que no fue tal porque la barrera acertó a desviar lo justo el balón y mandarlo a córner. El córner no llegaría a lanzarse pues el pitido final del árbitro ponía fin a un encuentro jugado de poder a poder entre dos grandes equipos; y con él acababa, otra vez en los cuartos de final, la trayectoria copera del Supernova.es, y también finalizaba la que ya puede decirse ha sido mejor temporada de este equipo sufrido, digno y sobre todo superviviente.
El final del partido y de la temporada también traen consigo el final de
esta serie de crónicas, veinticinco en total, que el cronista ha tenido el
honor de ofrecer y en las que, a falta de otras virtudes, ha puesto su
mayor ilusión. Pero el cronista, que ya acumula una cierta experiencia,
cree que el final de una temporada no es sino el principio de la siguiente,y para demostrarlo y confirmarlo acudirá al "Soplo de otoño" de Tomás Segovia que pondrá (más vale tarde que nunca) un poco de estilo a tanta palabrería, y que servirá también de despedida hasta la próxima temporada.
...
Y tú
monótono andarín
sonríe.
También el aire nace a cada rato
desde imprevistos flancos suyos.
Por todas partes mana el tiempo.
Por mil lugares invisibles
rezuman de su roca anochecida
nuevos y helados hilos de libertad intacta.
Y no muriendo y volviendo hecho otro
sino sacando desde sus edades
fuentes y borbotones y soplos sin edad.
Qué renuncia te tienta oh seducido.
Si todo
hasta el otoño
sigue siendo comienzo.
Aunque de alguno de sus miembros sí pueda decirse que acudió al campo en precario, por primera vez en mucho tiempo el Supernova no fue un equipo precario, y esta vez fue capaz de presentar catorce jugadores para un partido de tanta trascendencia. Su rival, Bolivia Sitges, presentaba en cambio un nutrido banquillo así como el habitual y ruidoso apoyo en la grada que sigue a este equipo allá donde juegue. En este ambiente iba a decidirse el primer semifinalista del campeonato. Fieles los dos equipos a su estilo, Supernova cede la posesión de balón a Bolivia, un equipo que se recrea en el toque corto hasta que encuentra la ocasión de lanzar balones largos a sus puntas muy duchos en el arte de buscar la espalda de la defensa. Con dos estilos tan diferentes y dos equipos que se conocen tanto no será de extrañar que la primera ocasión no llegue hasta el minuto 22 cuando un centro chut del zurdo de oro salió rozando el palo de la portería del mítico Darío. En el banquillo de Supernova se cantó el gol que no fue. Sí que acabaría en gol, pero en la portería contraria, una jugada aparentemente inofensiva. Balón despejado por Txema que golpea en un contrario y el rebote cae a la posición de Diego "el flaco" que de cabeza marca a puerta vacía el primer gol del partido; 0-1. Mucha frustración en los locales que por momentos pierden el control del juego y a punto estarán de recibir un segundo gol que no llegó. A punto estuvo también de llegar el empate en un remate de cabeza de Aldo que se estrelló en la parte superior del larguero. Con la mínima ventaja de Bolivia se llegaba al descanso. Quedaba aún por jugarse un segundo tiempo a cara de perro cuyo
relato, ¡oh generoso lector!, comenzará tras este punto y aparte que
también marca el merecido descanso del plumilla.
Los cambios del zorro del Nervión parece sentar bien al equipo que comienza el segundo tiempo controlando el balón y dominando el partido. Supernova empieza a pisar con frecuencia el área rival y las ocasiones de gol caen de su lado. Una extraordinaria jugada de la serpiente emplumada deja solo ante el portero a la pantera, pero su remate se va por encima del larguero. Bolivia, ahora sí, está fuera del partido y todo parece indicar que llegará el gol del empate. Así ocurriría. La pantera envía un balón en profundidad al desmarque de Paolo. El tigre de Liverpool controla en el área, levanta la cabeza y cruza sutilmente la pelota para marcar el empate; 1-1. De ahora en adelante van a llegar los mejores momentos de una eliminatoria extraordinaria. Bolivia vuelve a la carga en busca del gol y Demolition Man saca un balón de la raya en el lanzamiento de un córner. Pudo marcar también el sueco más genial de todos los tiempos, pero su remate en muy
difícil posición salió por encima del larguero. Volvería a marcar sin
embargo Diego "el flaco", verdadero artífice de la salvación de Bolivia en
la liga y ahora también de su pase a semifinales, al culminar con un
tremendo zurdazo una buena pared; 1-2. Todavía faltaban por jugarse quince minutos más el tiempo extra, y no encontrarás, lector, un solo testigo que no diga que los jugadores del Supernova se dejaron el alma en el campo persiguiendo el empate a dos que finalmente no llegaría. Chaca en un córner pudo marcar, pero, con el portero batido, un defensa desvió un balón que entraba. La ocasión más clara sin embargo la tuvo el guaje, quien en el último minuto lanzó una falta y más de uno celebró un gol que no fue tal porque la barrera acertó a desviar lo justo el balón y mandarlo a córner. El córner no llegaría a lanzarse pues el pitido final del árbitro ponía fin a un encuentro jugado de poder a poder entre dos grandes equipos; y con él acababa, otra vez en los cuartos de final, la trayectoria copera del Supernova.es, y también finalizaba la que ya puede decirse ha sido mejor temporada de este equipo sufrido, digno y sobre todo superviviente.
El final del partido y de la temporada también traen consigo el final de
esta serie de crónicas, veinticinco en total, que el cronista ha tenido el
honor de ofrecer y en las que, a falta de otras virtudes, ha puesto su
mayor ilusión. Pero el cronista, que ya acumula una cierta experiencia,
cree que el final de una temporada no es sino el principio de la siguiente,y para demostrarlo y confirmarlo acudirá al "Soplo de otoño" de Tomás Segovia que pondrá (más vale tarde que nunca) un poco de estilo a tanta palabrería, y que servirá también de despedida hasta la próxima temporada.
...
Y tú
monótono andarín
sonríe.
También el aire nace a cada rato
desde imprevistos flancos suyos.
Por todas partes mana el tiempo.
Por mil lugares invisibles
rezuman de su roca anochecida
nuevos y helados hilos de libertad intacta.
Y no muriendo y volviendo hecho otro
sino sacando desde sus edades
fuentes y borbotones y soplos sin edad.
Qué renuncia te tienta oh seducido.
Si todo
hasta el otoño
sigue siendo comienzo.
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