La aventura puede ser loca, pero el aventurero debe ser cuerdo

La frase del escritor inglés G. K. Chesterton gusta tanto al cronista que no ha podido evitar la tentación de colocarla a modo de subtítulo en el comienzo de esta crónica que es la historia de una sufrida victoria, con remontada incluida, lograda a base de mucho tesón, poco fútbol, y tres zarpazos impecables. Juzgue ahora el lector si la cita es procedente para encabezar el tercer capítulo de esta aventura liguera que tan solo acaba de empezar, y ya contempla al Supernova en lo más alto de la clasificación.

Se presumía en esta tercera jornada un partido difícil, muy igualado y de mucho tajo, como suele ser cada enfrentamiento contra Bar Mari. El choque no defraudó las expectativas: fútbol industrial, alternativas en el marcador y mucha emoción. Ninguno de los dos equipos estaba para florituras, y con muchas precauciones y acumulación de jugadores en el centro del campo comenzaba el encuentro. Muy directo el juego de Supernova y algo más elaborado el fútbol de Bar Mari, los dos equipos se tantean, pero serán para los locales las primeras llegadas a la portería rival y también el primer y tempranero gol. Pelotazo de Chaca que Sebas convierte en asistencia al bajar la pelota con el pecho de forma magistral y fusilar desde dentro del área; 1-0. Adelanta líneas Bar Mari en busca del empate, pero en sus dos primeras llegadas va a encontrarse de nuevo con una actuación sensacional del Rorro Leiva que, primero desvía a córner un disparo tan lejano como envenenado, y después detiene un penalti en una extraordinaria parada. El partido es un toma y daca constante, y de inmediato llegará el segundo penalti de la tarde por derribo a Sebas Algote. El propio Sebas será el encargado de lanzarlo, pero el portero de Bar Mari le adivina la intención y envía el balón a córner tras una estirada soberbia. No tardará ese mismo portero en desviar también a córner un cabezazo de nuevo de Sebas cuando ya se cantaba el gol. Gol que en cambio sí llegaría para Bar Mari tras una buena combinación que deja solo en el área a un delantero para que fusile a placer la portería de Supernova; 1-1. Con empate en el marcador y las espadas en alto se llegaba al descanso.

La segunda parte comienza con las mismas imprecisiones del primer tiempo y sin dominio claro de ninguno de los equipos sobre el rival. Será sin embargo Bar Mari quien golpee primero y se adelante en el marcador. Balón largo que controla en el área el delantero centro visitante quien con un remate raso y cruzado marca el segundo gol para su equipo; 1-2. Poco durará le alegría a Bar Mari. Chaca peina en el primer palo un saque de banda y la serpiente emplumada ganándole la acción a su marcador y anticipándose al portero remata de cabeza y de nuevo empata el partido; 2-2. El choque para entonces es ya una guerra de nervios de la que cualquier equipo puede sacar tajada. Sebas estará a punto de marcar al recibir un pase del chicharrero, pero su remate lo rechaza con el pecho el portero visitante. Bar Mari tan solo inquieta a balón parado la portería del Rorro Leiva; mientras que Supernova, tal vez abusando del juego largo, tampoco llega con claridad al área rival. El panorama es tal que sólo un error o una genialidad podrá decantar el partido en favor de uno u otro equipo. Tocó genialidad. Balón largo de Chaca para el mágico Algote que tras zafarse de sus marcadores lanza un potentísimo chut cruzado desde fuera del área y marca el gol que será el de la victoria; 3-2. La euforia en la celebración era el reflejo de la tensión acumulada en un partido al que aún le faltaban diez minutos de incertidumbre. Balón aéreo que despeja el hechicero de Confesión con tan mala suerte que caen sobre él dos jugadores provocándole una dolorosa lesión de tobillo. Para terminar, y casi sobre la hora, un alboroto en el área de Bar Mari supondrá anticipadamente el final del partido para Sebas Algote. En lo futbolístico no habría nada más que reseñar. El pitido final daba por concluido un partido más emocionante que vistoso, pero con más jugo de lo que parecía, y ratificaba la tercera y difícil victoria liguera de esta Supernova, ojalá, de aventureros cuerdos.