Supernova.es SSRC 2 - Penya Ribes 4

Finalizado el encuentro, en la acostumbrada tertulia cervecera, se celebró un interesante debate de tintes bizantinos y consecuencias altamente improductivas acerca de la conveniencia, o, mejor dicho, predilección de cada cual por las derrotas inequívocas e incontestables, frente a aquellas que sobrevienen tras digna e intensa disputa, cuyo desenlace negativo, si bien permite encontrar un moderado consuelo en el manoseado argumento del deber cumplido, proporcionan el inconfundible y amargo sabor de lo inicuo. Que el lector se decante, si lo cree oportuno, por una u otra opción. Mientras tanto el cronista va pergeñando su crónica.

El encuentro tuvo un comienzo sorprendente y esperanzador debido al apabullante dominio supernovesco no únicamente basado en la disciplina y el empuje, sino también en un inusitado repertorio técnico que provocó entre el público, que no abarrotaba las gradas, algún que otro gesto de asombro, por no decir de incredulidad. Especialmente ovacionados fueron los regates inverosímiles, estilo Garú-Garú el atraviesamuros, de Chaca, las arrancadas meteóricas del Miguel Hombre-Bala Polanco, o las fintas, gambeteos y quiebros del Guaje que desborda una y otra vez a su marcador. Suyas fueron las dos primeras ocasiones en otros tantos remates que sacó el portero de Ribes con de forma espléndida. El Hombre Bala también pudo marcar al robar un balón en las inmediaciones del área visitante, pero su remate cruzado no obtuvo el premio deseado por la concurrencia y por él mismo, que a tal fin había emprendido tan vertiginosa trayectoria. Tuvo que ser Samy "Amazing" del Carpio quien, tras atisbar en la colocación de una barrera un ínfimo hueco apenas perceptible para el ojo humano, adelantara a los locales con un soberbio lanzamiento de falta; 1-0. El Tanque Tano persigue un balón bombeado de dudosa procedencia, irrumpe con estrépito en el área rival, y arrea un puntapié a la pelota que muy cerca estará de acabar en gol. Tendrá ocasión de resarcirse el Tanque al robar un balón que cede con maestría al Hombre-Bala para que marque tras burlar la salida del portero; 2-0. Todo parecía indicar que con esta clara ventaja supernovesca se llegaría al descanso, cuando llegó el minuto negro. Dos internadas por la banda culminan en otros tantos centros que acabarán en gol, el primero de ellos marcado tras un desafortunado despeje de Demolition Man sobre la línea de gol, y el segundo rematado por un centrocampista de Penya Ribes incorporado al ataque; 2-2.

El partido se vuelve más bronco e impreciso en el segundo tiempo debido tal vez al nerviosismo que genera la incertidumbre en el marcador, o quizás al repentino ocultamiento del astro solar, o puede que a causa de una estruendosa sucesión de petardos procedente de algún tipo de conmemoración de índole más bien chabacana o impertinente. Botánico Di Marino, en una acción con tintes heroicos, evita un gol de Penya Ribes al sacar sobre la línea un balón que ya era celebrado como tercer tanto por el equipo visitante. Imposible en cambio evitar el impresionante tercer gol de Penya Ribes que llegó tras un tremendo lanzamiento directo de falta desde casi el centro del campo; 2-3. Gozó Supernova de un par de ocasiones claras en un libre indirecto que el Guaje estrelló contra una pobladísima barrera ubicada sobre la línea de gol. Un disparo de Sebas Leiva tras una excelente combinación entre el Guaje y el Zurdo de Oro a punto estuvo de suponer el empate, pero el remate final rozó el larguero. Llegó el gol que sentenció el partido tras un rechace al borde del área impecablemente rematado en carrera por un jugador visitante; 2-4. En los últimos minutos una falta sobre Miguel tan fea como peligrosa terminó con el defensor de Penya Ribes y con el propio Miguel en el suelo en una triste acción que ponía fin a un disputadísimo encuentro.