Quindos 2 - Supernova.es SSRC 1

Pretende el diseño táctico de los supernovescos atajar el juego elaborado de los rojillos de Quindos cuyo virtuosos toque de balón amenaza con desestabilizar la férrea disciplina de los negroazules. Van sucediéndose los minutos y, si bien la posesión es claramente favorable a los locales, apenas han conseguido éstos llegar con claridad al área rival. El transcurso del encuentro en cambio permite a los supervescos afianzarse en el campo, y los robos de balón, que empiezan habituales, dan pie a rapidísimos contragolpes que ponen en serios aprietos al portero y la defensa locales. Una veloz galopada del Corsario Negro, provocada por una de tantas recuperaciones, finaliza con un doble remate de Michel que finalmente acaba estrellándose con estrépito en el poste izquierdo de la portería local. Veloz incursión por la izquierda del Zurdo de Oro cuyo centro no encuentra rematador, pese a la amenazadora presencia en el área del Zorro del Nervión y del Corsario Negro, ninguno de los cuales llegó a marterializar el remate. El centro del campo visitante comienza a ser un muro infranqueable. La Serpiente Emplumada, incansable, no deja pasar un sólo balón por sus dominios, y sus dominios son casi infinitos. La presión del Hombre Bala Polanco y del Corsario Negro son un continuo quebradero de cabeza para la defensa de Quindos. El gol no tardará en llegar. Una galopada de vértigo permite al Hombre Bala pisar el área rival con peligro. La defensa de Quindos retrocede tratando de alcanzar al Hombre Bala en una carrera a la desesperada. No lo conseguirán. Hombre Bala Polanco cede el Balón al Corsario Negro, también conocido como Cohete de San Cristóbal, y su remate se estrella contra el portero. Aún no ha pasado el peligro. Tras el rechace el balón queda muerto en el área y, esta vez sí, el Hombre Bala fusila con la derecha para adelantar a su equipo; 0-1. No durará mucho la alegría entre los de Sitges. Un rápido contraataque de Quindos permite a un delantero local plantarse delante del mítico Rorro Leiva al que batirá con un remate raso; 1-1. Pese a la contrariedad, las ocasiones continuarán llegando del lado visitante. El Corsario Negro elude la posición de fuera de juego y se planta en el área, pero su remate final con la zurda se marcha por encima del larguero. No habría más goles en este primer tiempo.

En la segunda parte, si bien los supernovescos mantienen el orden y la intensidad en defensa, apenas van a inquietar la portería rival. Como los locales tampoco llegan con excesiva claridad a las inmediaciones del mítico Rorro Leiva, el partido parece abocado al empate, eso sí, a un emocionante empate, pues el entusiasmo que los dos equipos ponen en su pelea convierte el encuentro en un noble y apasionante ejercicio futbolístico. Una incursión por la izquierda de Aniceto Juárez pudo acabar en gol, pero el remate final de Ernesto, perjudicado por un repentino bote de la pelota, se marcha por encima del larguero. Distinto final tendrá una internada del propio Ernesto que, por la misma banda izquierda, culmina su acción con un pase atrás, también conocido como "pase de la muerte", que, rematado en carrera por un delantero local, adelanta a Quindos en el marcador; 2-1. Tremendo jarro de agua fría para los supernovescos que ven cómo se les escapa el partido en los últimos minutos. Tratarán de igualar los de Sitges en unos minutos finales de infarto jugados con mucho más corazón que cabeza. Dos buenas internadas del Zurdo de Oro, y un par de saques de esquina fueron las más peligrosas acciones de los de Sitges. No llegó el empate, y sí el final amargo de un partido en el que los supernovescos, por su buen juego y su entrega, merecieron mejor suerte.