Cetagua 5 - Supernova.SS RC 1

Es consciente el cronista de que semejante calificativo puede parecer todo un disparate a tenor del resultado final, e incluso puede haber quien, en tales circunstancias, no dude en poner en entredicho su buen juicio, así como el estado de sus facultades mentales. Sí, esto puede ocurrir, pero, si el lector es lo suficientemente curioso y paciente como para proseguir la lectura de la crónica, entonces descubrirá, además del habitual relato de los avatares balompédicos propios de cualquier crónica futbolística, tres magníficas circunstancias que sobradamente justifican el entusiasmo. Leamos la crónica.

Diezmado por una cruel plaga de lesiones, los supernovescos consiguen por fin reunir once jugadores para hacer frente a las acometidas de Cetagua, y este suceso, aparentemente anodino, constituye el primer gran evento de la jornada. Los once negroazules se posicionan en el campo con su proverbial y disciplinado esquema táctico, inspirado, a decir de los expertos, en maestros de la estrategia tan universalmente reconocidos como Pancho Villa, o el más castizo y cercano Curro Jiménez, cuyos hazañas en la Sierra de Cazorla conforman una inagotable fuente de inspiración táctica para el cuerpo técnico de los supernovescos. Pese a tan prometedores inicios, un pase en profundidad permite a Valentino adelantar a los locales salvando la salida del mítico Rorro Leiva con un sutil toque de balón; 1-0. No se descomponen los de Sitges que pasarán a dominar el encuentro, al menos territorialmente, ya que, como podrá comprobar el lector, en lo que se refiere al marcador pasará bastante tiempo hasta que llegue el segundo y monumental evento de la jornada. Mientras tanto aquí tenemos a los negroazules volcados sobre la portería de Cetagua tratando de igualar la contienda. Buena combinación entre Velocirractor Leiva y el Guaje que culmina este último con un centro al área rematado a gol por el Zurdo de Oro en el preciso momento en que el árbitro invalidaba la acción con un inoportuno pitido que señalaba un supuesto fuera de juego del propio Cesc, el cual, ciertamente, no pareció estar excesivamente conforme con la decisión del colegiado. Incomprensiblemente el dominio territorial de los supernovescos se tradujo, faltando apenas un par de minutos para llegar al descanso, en un segundo gol de Valentino en una jugada similar a la del primero; 2-0. El marcador no hacía justicia al juego de ambos equipos, pero como lo último que debe hacer un equipo que se precie es quejarse en plan Calimero, concluido el primer tiempo, los de Sitges se retiran al vestuario a planificar la remontada.

El once supernovesco, resoluto y encorajinado, pone cerco (o al menos lo intenta) a la portería de Cetagua. Esto ocurrirá hasta que, transcurrido un tiempo indeterminado Valentino agarre un balón, regatee a cuantos jugadores le salen al paso y vuelva a marcar de remate cruzado; 3-0. No decaerá el ánimo de los supernovescos ni siquiera cuando, en el lanzamiento de una falta al borde del área, de nuevo Valentino marque por la escuadra su cuarto gol. Este hecho, aparentemente desmoralizador, servirá en cambio de acicate para provocar el segundo gran evento de la jornada que será, a su vez, el momento sublime del encuentro. Falta favorable a los de Sitges a unos cuarenta metros de la portería de Cetagua. El León Donostiarra, con gesto decidido, se atribuye el lanzamiento de la misma. La lejanía, y la colocación de los teóricos rematadores hacen pensar en un centro al área en busca de un certero cabezazo. Pese a ello, y por si las moscas, el portero local coloca metódicamente la barrera. Un destello refulge en la mirada de Cosme cuando el árbitro autoriza el lanzamiento. El León Donostiarra inicia la carrera en el preciso momento en el que una urraca bicéfala, pajarraco mítico que predice los grandes acontecimientos, sobrevuela el estadio. Cosme golpea el balón y éste adquiere una asombrosa trayectoria que lo encamina sin remedio a la escuadra izquierda de la portería de Cetagua. El portero local trata de cubrir el espacio y, aunque en el último momento consigue tocar el balón, no podrá evitar el impresionante golazo de Cosme que además servirá para salvar el honor de los supernovescos; 4-1. Gran alegría entre los de Sitges que aún verán un quinto gol de Cetagua obra de Adrián antes de que concluya el encuentro con el triple pitido del árbitro que posibilita el tercer gran acontecimiento de la histórica jornada protagonizado, en esta ocasión por el Botánico, el cual, tal vez aún bajo los efectos piadosos de la Semana Santa termina el partido, por primera vez desde que viste los colores del Supernova, virgen de tarjetas. Y ahora di, oh lector, ¿no estamos acaso ante una jornada histórica?