Sporting Sitges 4 - Granja Bar la Torre 4

El dominio territorial corresponde a los esportinguistas, pero las llegadas más claras al área rival caen del lado visitante siempre fruto de rápidos contragolpes que, momentáneamente, no tienen mayores consecuencias. Un saque de esquina de Javi despejado por un defensor granjero sobre la línea de gol es la más clara ocasión favorable a los de Sitges cuyo dominio, sin embargo, resulta infructuoso. Un ataque vertiginoso de los amarillos termina con un sensacional pase en profundidad al extremo que bate por bajo en su salida al Mítico Rorro Leiva; 0-1. Para entonces Javi ya se ha retirado por lesión. Su lugar será ocupado por un jugador en estado de gracia: el Kun Algote. Apenas han transcurrido unos minutos desde el gol de Granja La Torre cuando el Cohete de San Cristóbal, incansable todo el partido, es derribado en el área. El correspondiente penalti permitirá al Kun igualar el encuentro; 1-1. Un soberbio pase en profundidad del Velocirractor Leiva es recogido en carrera por Michel, el Cohete de San Cristóbal, que, con un toque soberbio, salva la salida del portero y cruza la pelota para que el Kun sólo tenga que empujarla a la red; 2-1.

En el comienzo del segundo tiempo será nuevamente Michel quien esté a punto de marcar tras un robo de balón fruto de su entrega, pero el remate final del Corsario Negro se marcha junto al palo. Sebas Kun Mágico Algote adivina con astucia las intenciones de un rival e intercepta un pase a él no destinado. Baja la pelota al suelo con un control pectoral en una suerte balompédica que el Mágico maneja con primor. La pelota está botando. El Kun se cuadra buscando el ángulo de disparo más adecuado. Un defensor visitante, con manifiesto afán de hostigador, se aproxima velozmente. En ese momento el Kun endilga un derechazo y, cuando todos cantan el gol, la pelota lame el larguero, expresión que si bien es un tanto impúdica, no es menos cierto que resulta altamente representativa. Un córner favorable a los granjeros es inicialmente despejado por la defensa, pero el rechace vuelve a caer al extremo que, de nuevo, pone el balón en el área y, esta vez sí, es rematado contundentemente de cabeza por un atacante que empata el partido; 2-2. Apenas han transcurrido un par de minutos desde el empate cuando Óscar, que desde este momento pasará a ser denominado como Marcello, con un toque sutil habilita dentro del área al Corsario Negro que vuelve a adelantar a su equipo con un toque en vaselina de auténtica fantasía; 3-2. Los visitantes adelantan líneas y a punto están de empatar con un remate que Cristian, muy atento, salva bajo los palos. La igualada vuelve a llegar en un ataque de Granja La Torre rematado en última instancia por un delantero sobre la línea de gol; 3-3. Apenas quedan unos minutos para el final, cuando el juez señala un penalti más que dudoso en el área esportinguista. El correspondiente lanzamiento pone de nuevo en ventaja a los visitantes; 3-4. Para el Sporting la situación es crítica y su ataque será desesperado. Iván Cusco recibe un balón en el medio campo y emprende una carrera meteórica hacia la portería rival. En una diagonal de vértigo, sortea a cuantos contrarios le salen al paso. Está a punto de ingresar en el área cuando es repentinamente derribado. Falta que, en un alarde de originalidad, catalogaremos a un mismo tiempo de "muy peligrosa" y "último cartucho para los locales". El Kun va hacia la pelota. El árbitro mide los pasos, y el portero coloca la barrera. El portero se ubica bajo los palos, y el árbitro autoriza el lanzamiento. El Kun toma carrera. El Argonauta clama al cielo, Raúl Parra masculla, Chaca farfulla. El resto del equipo implora, gime, maldice o canturrea... Un deslumbrante lanzamiento de curvilínea trayectoria y belleza sobrenatural transforma la expectación en euforia, establece definitivamente la igualada, y pone fin a un intensísimo y emocionante duelo balompédico cuyo relato concluye en este preciso instante en el que el cronista escribe el perentorio punto y final.