Magda Bandera |
23-03-2005 18:05
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Después de varios meses esperando que Iberia me diga qué pasó con el equipaje que me perdió en el sencíllisimo trayecto Madrid-Barcelona o que se decida a indemnizarme de algún modo, hoy es Vueling la que me da un disgusto.
Resulta que había venido en viaje relámpago a Madrid, ida por la mañana, vuelta por la noche, pero el mal tiempo en El Prat ha provocado retrasos de hasta dos horas. Mi vueling tenía salida a las 20.50 h, pero lo han retrasado hasta las 22.10. Al verlo, me he entretenido haciendo llamadas y al final he llegado unos minutos después de las 20.30 al mostrador de facturación, pero ya lo habían cerrado. Y me han dejado en tierra.
Pese al retraso (creo que al final ha sido incluso superior), no han prolongado el turno de facturación. Después de insistir, la chica de información general de Barajas ha accedido a telefonear a los azafatos de tierra de Vueling, que estaban en los mostradores de embarque. No ha habido manera de entenderse con ellos. Faltaban más de 70 minutos para que embarcaran los pasajeros, no tenían nada que hacer, pero aun así no se han dignado a caminar unos metros y dejarme facturar. La opción que me daban era telefonear a Vueling, pero tras dos llamadas, ambas de más de doce minutos, me he rendido.
Entonces la chica me ha sonreído, compasiva, y me ha dicho que eso es lo que tienen las compañías de bajo coste. Que otras compañías, como Iberia, no cierran los mostradores de facturación. Ante esa propaganda inesperada, le he contado mi drama con el equipaje, entre otros.
- Ya ha dicho, y ha seguido hablando con su novio-.
Como veía que yo no me iba así como así, la muchacha me ha recomendado consultar la web de vueling en la máquina de internet de al lado. Dos euros gastados para nada, no funcionaba.
Total, que me he quedado en Madrid en casa de un amigo. Mientras cenábamos tenía puesta la SER y he oído varias perlas en Hora 25:
- Al crimen de una mujer y su madre en Valencia lo han calificado de pasional. Ese apelativo había sido descartado por los medios de comunicación y las personas sensatas. ¿Rebautizamos también la Ley Integral Contra la Violencia de Género?
- Escucho (o creo escuchar) las escatológicas declaraciones del Director General de Tráfico sobre la campaña de Semana Santa. ¿Era realmente él quien hablaba de haberla cagado?
- Por último, los contertulios se ponen a criticar la construcción de la piscina de Pedro J. Después de varios minutos vemos que el tema da muchíssssimo de sí, pero que nos importa bien poco y recordamos que el sujeto en cuestión está a punto de hablar en 59 Segundos, así que cambiamos de medio de comunicación.
59 segundos otra vez. Parece que los contertulios están algo más calmados que el pasado lunes hasta que empiezan a hablar -¡cómo no!- del temazo de la semana: la estatua de Franco y pierden los papeles. Lo que va a dar de sí el caballito. En estos momentos sacan a relucir la militancia en el PSOE de uno de los últimos detenidos por el 11-M. Pronto le llega el turno a Nacho Villa y Carlos Carnicero. Siguen con la batalla de la semana pasada. Siguen aburriendo. Y lo peor, seguirán haciéndolo.
Por cierto, que últimamente me ha dado por contar los hombres y mujeres que participan en actos de toda índole en el país de la paridad. De los seis contertulios del 59 segundos de hoy NINGUNO es mujer. Y eso me hace recordar algo que he leído no sé dónde sobre los lectores del Quijote que aparecen estos días en TVE. Se quejaba una señora de que entre ellos no había mujeres. Yo sólo he visto cuatro anuncios literarios y no había ninguna entre los intelectuales escogidos. Pero tal vez ha sido mala suerte.
Y estaba a punto de desconectarme cuando he oído a Pedro J. pronunciar la palabra:
- Jolines.
Y después de esto, definitivamente, me retiro. Me sobrepasa. Sobre todo ahora que empiezan a mostrar parte del polémico documental sobre el 11-M que hace unos días emitió Telemadrid.
Llegados a este punto, no sé qué resulta más preocupante: La conexión PP-Telemadrid o la que a veces se establece entre TVE y la SER.
Resulta que había venido en viaje relámpago a Madrid, ida por la mañana, vuelta por la noche, pero el mal tiempo en El Prat ha provocado retrasos de hasta dos horas. Mi vueling tenía salida a las 20.50 h, pero lo han retrasado hasta las 22.10. Al verlo, me he entretenido haciendo llamadas y al final he llegado unos minutos después de las 20.30 al mostrador de facturación, pero ya lo habían cerrado. Y me han dejado en tierra.
Pese al retraso (creo que al final ha sido incluso superior), no han prolongado el turno de facturación. Después de insistir, la chica de información general de Barajas ha accedido a telefonear a los azafatos de tierra de Vueling, que estaban en los mostradores de embarque. No ha habido manera de entenderse con ellos. Faltaban más de 70 minutos para que embarcaran los pasajeros, no tenían nada que hacer, pero aun así no se han dignado a caminar unos metros y dejarme facturar. La opción que me daban era telefonear a Vueling, pero tras dos llamadas, ambas de más de doce minutos, me he rendido.
Entonces la chica me ha sonreído, compasiva, y me ha dicho que eso es lo que tienen las compañías de bajo coste. Que otras compañías, como Iberia, no cierran los mostradores de facturación. Ante esa propaganda inesperada, le he contado mi drama con el equipaje, entre otros.
- Ya ha dicho, y ha seguido hablando con su novio-.
Como veía que yo no me iba así como así, la muchacha me ha recomendado consultar la web de vueling en la máquina de internet de al lado. Dos euros gastados para nada, no funcionaba.
Total, que me he quedado en Madrid en casa de un amigo. Mientras cenábamos tenía puesta la SER y he oído varias perlas en Hora 25:
- Al crimen de una mujer y su madre en Valencia lo han calificado de pasional. Ese apelativo había sido descartado por los medios de comunicación y las personas sensatas. ¿Rebautizamos también la Ley Integral Contra la Violencia de Género?
- Escucho (o creo escuchar) las escatológicas declaraciones del Director General de Tráfico sobre la campaña de Semana Santa. ¿Era realmente él quien hablaba de haberla cagado?
- Por último, los contertulios se ponen a criticar la construcción de la piscina de Pedro J. Después de varios minutos vemos que el tema da muchíssssimo de sí, pero que nos importa bien poco y recordamos que el sujeto en cuestión está a punto de hablar en 59 Segundos, así que cambiamos de medio de comunicación.
59 segundos otra vez. Parece que los contertulios están algo más calmados que el pasado lunes hasta que empiezan a hablar -¡cómo no!- del temazo de la semana: la estatua de Franco y pierden los papeles. Lo que va a dar de sí el caballito. En estos momentos sacan a relucir la militancia en el PSOE de uno de los últimos detenidos por el 11-M. Pronto le llega el turno a Nacho Villa y Carlos Carnicero. Siguen con la batalla de la semana pasada. Siguen aburriendo. Y lo peor, seguirán haciéndolo.
Por cierto, que últimamente me ha dado por contar los hombres y mujeres que participan en actos de toda índole en el país de la paridad. De los seis contertulios del 59 segundos de hoy NINGUNO es mujer. Y eso me hace recordar algo que he leído no sé dónde sobre los lectores del Quijote que aparecen estos días en TVE. Se quejaba una señora de que entre ellos no había mujeres. Yo sólo he visto cuatro anuncios literarios y no había ninguna entre los intelectuales escogidos. Pero tal vez ha sido mala suerte.
Y estaba a punto de desconectarme cuando he oído a Pedro J. pronunciar la palabra:
- Jolines.
Y después de esto, definitivamente, me retiro. Me sobrepasa. Sobre todo ahora que empiezan a mostrar parte del polémico documental sobre el 11-M que hace unos días emitió Telemadrid.
Llegados a este punto, no sé qué resulta más preocupante: La conexión PP-Telemadrid o la que a veces se establece entre TVE y la SER.
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