Magda Bandera |
27-04-2005 20:28
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Ana Botella dice que Zapatero "ha traicionado al país" en el tema de las bodas homosexuales por satisfacer a un "lobby poderoso". Ricard Maria Carles establece paralelismos entre quienes casen a gays por cumplir la ley y los que también se escudaron en el "cumplimos órdenes" de Auschwitz. Escandalosas declaraciones, pero previsibles.
Un amigo periodista dice que casi prefiere estos exabruptos a la hipocresía de muchos otros. El pobre se ha pasado hoy un buen rato en Pontons, esperando junto a otros colegas a que el alcalde se dejara fotografiar y entrevistar. Al parecer, el teléfono no ha dejado de sonar. Algunas llamadas eran para enviarle lejos, pero la mayoría era de personas que le habían "felicitado" por atreverse a decir lo que ellos también pensaban. El adjetivo "tarados" se queda corto para algunos de estos especímenes, pero se escudarán bajo la máscara de la corrección política, nadie quiere perder el cargo. Pocos homófobos tienen arrestos para salir de sus armarios particulares.
Pero ni siquiera son esos hipócritas los que más miedo me dan, sino los que expresan sutiles mensajes como quien no quiere la cosa. Me refiero, por ejemplo, al montador de Tele5 que hoy ha editado la noticia sobre el diputado del PP de Valencia que ha declarado su homosexualidad públicamente. El texto que acompañaba la noticia ha sido correcto, pero de pronto la cámara se ha acercado hasta grabar un primerísimo primer plano de las manos del diputado tocándose delicadamente las uñas. La imagen ha durado unos segundos. Y en un telediario pocas noticias merecen estos zooms, sobre todo cuando no aportan ninguna información. ¿O cree alguien que sí la aportaba?
Esas ambigüedades o sutilezas son las más peligrosas. Prefiero las que aparecían en Mazinger Z. Ahora que se habla tanto de él, el suplemento Cultura/s de La Vanguardia publica un reportaje sobre el robot que marcó la infancia de los niños del baby-boom. El redactor del artículo recuerda que la serie incluía "seres que tienen ambos sexos simultáneamente en mitades visibles". Pedazo de serie, con razón "en una encuesta de 2002 realizada en Japón acerca de series de animación preferidas por el público, Mazinger Z quedó en posición 97... treinta años después de su emisión", añade Raúl Minchinela.
Un amigo periodista dice que casi prefiere estos exabruptos a la hipocresía de muchos otros. El pobre se ha pasado hoy un buen rato en Pontons, esperando junto a otros colegas a que el alcalde se dejara fotografiar y entrevistar. Al parecer, el teléfono no ha dejado de sonar. Algunas llamadas eran para enviarle lejos, pero la mayoría era de personas que le habían "felicitado" por atreverse a decir lo que ellos también pensaban. El adjetivo "tarados" se queda corto para algunos de estos especímenes, pero se escudarán bajo la máscara de la corrección política, nadie quiere perder el cargo. Pocos homófobos tienen arrestos para salir de sus armarios particulares.
Pero ni siquiera son esos hipócritas los que más miedo me dan, sino los que expresan sutiles mensajes como quien no quiere la cosa. Me refiero, por ejemplo, al montador de Tele5 que hoy ha editado la noticia sobre el diputado del PP de Valencia que ha declarado su homosexualidad públicamente. El texto que acompañaba la noticia ha sido correcto, pero de pronto la cámara se ha acercado hasta grabar un primerísimo primer plano de las manos del diputado tocándose delicadamente las uñas. La imagen ha durado unos segundos. Y en un telediario pocas noticias merecen estos zooms, sobre todo cuando no aportan ninguna información. ¿O cree alguien que sí la aportaba?
Esas ambigüedades o sutilezas son las más peligrosas. Prefiero las que aparecían en Mazinger Z. Ahora que se habla tanto de él, el suplemento Cultura/s de La Vanguardia publica un reportaje sobre el robot que marcó la infancia de los niños del baby-boom. El redactor del artículo recuerda que la serie incluía "seres que tienen ambos sexos simultáneamente en mitades visibles". Pedazo de serie, con razón "en una encuesta de 2002 realizada en Japón acerca de series de animación preferidas por el público, Mazinger Z quedó en posición 97... treinta años después de su emisión", añade Raúl Minchinela.
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