Y el mar se muere en cualquier playa...

Y el mar se muere en cualquier playa...

El mar se muere en cualquier playa:
aquí o allá, tarde o temprano,
mañana o tarde, Sur o Norte.
En noches de gala o en días de Gloria,
de puro golpe de suerte o con palmaditas en la espalda,
en cenas íntimas o en cenas malévolas de treces...
Los comensales eligen qué armas y qué lugares:
manicomios, geriátricos, salas de baile
playas de arena fina o de arenas movedizas
para que el mar se muera donde se le deje...

Lágrimas de alegría, cantos de Victoria,
tú o yo, nosotros o ellos, para vosotros si queda,
camisa blanca o camisa negra o cara al sol,
malas noticias o mejores deseos de Navidad,
tumores benignos o tumores sin remedio
todo a cara o cruz o rompo la baraja...
Y en las playas de arena fina
el mar se desmaya...cuando puede.

¡Aléjate, guerra con sed de sangre!
Aléjate militar de carrera
márchate casco azul deslucido
quémate soldado del fuego
y el del sentido del honor
y el del deber cumplido
y el de "todo por la patria"
y los fanáticos-bomba de un Dios infiel
porque el mar se está muriendo, aquí y ahora,
¡ante nuestros ojos!

Historia ya vivida... Fabulaciones.
Merlín, Arturo, caballeros, cruzadas...
Dicen que regresan los unicornios azules
pero entre nosotros, entre gente sensata,
mirad el mar como va y viene...
Cómo grita implorante y débil
un: "¡no quiero morir, no quiero!"

"Faites vos jeux! – grita el croupier.
Rien ne va plus, Mesdames et Messieurs!"

Fichas de colores salpican el tapiz verde
donde se juegan los destinos...

Y el mar, desmayado, en playas de arena fina
o en playas de guijarros
tan negros como el hollín,
agoniza y se nos muere...

Marisa, Febrero 2003