Nueva victoria del Supernova por un amplio marcador

Terminaba el cronista su última crónica de 2006 augurando un futuro de brillo y esplendor en lo que más de un escéptico tal vez consideró como un simple ejercicio retórico típico de las despedidas de año. Poco brillo y esplendor parecía prometer el primer partido del año frente a Roquetas en un campo lóbrego que en las noches de invierno ofrece un aspecto casi fantasmal. Sin embargo, en este escenario desapacible y frente a un rival tan difícil como Roquetas, una Supernova deslumbrante de juego vigoroso y gatillo fácil se encargaría de validar la predicción del cronista en una memorable noche de fútbol que incluyó en el descanso un episodio cuasi hipnótico que el cronista referirá a su debido tiempo.

Asimilada por todos la consigna de jugar mucho y hablar nada, los de Sitges saltaron al campo metidos en el partido desde el primer minuto. Con las líneas muy juntas y concentrados al máximo, la disposición táctica del Supernova una y otra vez hacía infructuosos los intentos de los locales por llegar a la portería de Txema. Los visitantes cada vez se sentían más cómodos en el campo y en la primera llegada al área un defensa de Roquetas presionado por Chaca despeja mal. La pelota queda muerta al borde del área y Emilio, el káiser, llegando desde atrás conecta un zapatazo durísimo que se cuela junto al palo; 0-1.

El gol tempranero reafirma en su juego a los de Sitges que, cada vez más, dominan el partido sin que Roquetas apenas le inquiete. Pudo marcar Chaca también desde fuera del área, pero su disparo se fue alto por muy poco. El segundo gol sí que llegaría gol poco después. Jugada de contraataque por la izquierda; el guaje cede la pelota a Cesc quien marca de tiro cruzado; 0-2. El gol no sólo ponía en franca ventaja a los de Sitges, sino que además era el comienzo del particular recital goleador del inspiradísimo zurdo de oro.

Pero Roquetas no es un equipo que se dé fácilmente por vencido. Desde ese momento adelantará sus líneas tratando de acortar distancias y volver a meterse en el partido. Adelantará también la posición de su capitán, Rubén Lara, hasta entonces último hombre en la defensa. Los cambios pronto van a surtir efecto. Los locales se hacen con la posesión del balón, comienzan a dominar el centro del campo y llegan las ocasiones. Txema evitará el gol en un uno contra uno. No podrá evitarlo en la siguiente ocasión. El árbitro interpreta como cesión un balón atrapado por Txema en el área pequeña, y Rubén Lara no perdonará en el lanzamiento del libre indirecto; 1-2. Parecía que se iba a llegar al descanso con la mínima ventaja favorable a Supernova, cuando un fuera de juego no señalado por el árbitro deja a dos jugadores solos ante el portero, y otra vez el capitán de Roquetas pone el empate en el marcador; 2-2. Como un soplo de ultratumba el gol encogerá el ánimo a los de Sitges, y con él finalizará esta primera parte de ida y vuelta. Era el momento para el conjuro de todo el equipo y la magia hipnótica del míster.

Mientras los dos equipos calientan antes de comenzar la segunda parte, Endika embrujará al árbitro: "¿Crees que estás siendo justo?. Sólo te pido que pites lo que veas". El hechizo y el conjuro se han consumado.Los de Sitges irrumpen con estrépito en una segunda parte para la historia que terminará siendo un recital del Supernova en lo futbolístico y una verdadera tunda en el marcador. El zurdo de oro controla un balón en la banda derecha y su centro al área es rematado por el káiser a la salida del portero; 2-3. Balón que controla el sabio de Ferro en el centro del campo, pase en profundidad al desmarque del guaje que sólo ante el portero no perdona; 2-4. Aún habrá un último intento de Roquetas por acortar distancias y volver a meterse en el partido, pero sus esperanzas morirán para siempre en las manos de Txema al detener el de Arrasate en una excepcional parada el último disparo, ¡cómo no!, de Rubén Lara.

Lo que quedaba de partido iba a resultar un impresionante monólogo futbolístico de una Supernova soberbia que acabó por convertir a su rival en un equipo de plastilina. Pase en profundidad de Ramón a Cesc; el zurdo de oro controla dolorosamente el balón, y marca a la media vuelta de tiro raso junto al palo; 2-5. El partido estaba sentenciado y sólo faltaba poner un broche de oro que no tardaría en llegar. Sería por cuenta, ¡cómo no!, de Cesc, el zurdo de oro, al recoger un extraordinario cambio de juego del guaje. Cesc decide finalizar la jugada con un maravillosos homenaje al pelusa en un gol que ya hemos visto al marcar a puerta vacía tras dejar sentados junto al poste al portero y un defensa rivales; 2-6.

Era el hermoso colofón a una mágica noche de fútbol en la que Supernova, dos meses después, se reencontraba con la victoria. El final del partido desataba la euforia entre los de Sitges que con estos tres puntos ahuyentan sus males y se reafirman en la competición como un muy firme candidato al ascenso.