C-32, Algo más que un simple peaje

Eix. c32

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La autopista C-32 quizás haya sido el revulsivo más importante para el desarrollo económico  la franja marítima del Penedès.

Fue una de las infraestructuras que heredamos de esa gran proyección que tuvo Catalunya con los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Durante alrededor de 20 años, el funcionamiento de la autopista ha sido una pieza clave para el boom urbanístico y el desarrollo del turismo en esta zona; dos de los grandes sectores que impulsaban la economía del territorio hasta hace poco más de cinco años.

Hasta que más o menos todos teníamos los bolsillos llenos de dinero, nos molestaba, pero no nos impedíamos el lujo de coger esta autopista que en 45 minutos nos conducía de Cunit a Barcelona. Dejar atrás el tortuoso recorrido de las costas del Garraf, gran muro que frenaba la expansión de Barcelona hacia el sur, producía una sensación de modernidad, éramos más europeos. Pero ahora qué?

Ahora la crisis ha arrasado con todo, y quizás sea nuestra comarca y Cunit, uno de los municipios más castigados de la toda Catalunya por esta dichosa crisis. Ahora nos cuesta más pagar los casi 10€ que vale el peaje para plantarnos en Barcelona en un periquete, y volvemos a coger las costas del Garraf, provocando esa sensación del complejo de cangrejo, tener la sensación de ir marcha atrás en el tiempo y que volvamos a los ochenta, con todo lo que esto implica; más volumen de coches, más peligrosidad, en fin más riesgo, y la autopista vacía.

Pero quizás, aunque lo parezca, esta no sea la gran o principal razón de la reivindicación que desde Cunit se hace al respecto de los peajes de la C-32.

En una primera fase la C-32, como recordábamos, sirvió para dar un impulso a la expansión de Barcelona y su influencia hacia las tierras del sur, preferentemente las comarcas del Garraf y del Baix Penedès.
Quizás haya llegado el momento de una segunda fase. La de transformar la C-32 en el revulsivo de la región entera de las dos comarcas, la región del Penedès Marítim, que comprende la zona litoral del Ámbito de Planificación del Penedès.

Creemos que no se trata de una simple pataleta de niño pequeño que no quiere pagar un peaje, sino que se trata de la voluntad de dotar a una comarca de unas infraestructuras y una movilidad dignas del siglo XXI.

La C-32 debe ser la clave para la recuperación económica de esta región, la más castigada de Catalunya, para mejorar su accesibilidad, su competitividad y su calidad de vida (seguridad, contaminación) de todo el Penedès Marítim. Todo ello permitiría transformar la antigua C-31 en una rambla/paseo que sirviese para la comunicación interna y para la dinamización comercial y económica de la conurbación que se dibuja entre Sitges y el Vendrell.

Estamos reivindicando un cambio profundo en el modelo territorial de estas tierras, acostumbradas a ser el escenario de agentes exógenos, y transformarse en un territorio escenario de una recuperación endógena.

No queremos una simple rebaja o eliminación del peaje, proponemos un modelo territorial, que es lo que necesita esta región, para salir de la crisis, o en cualquier caso empezar a superarla.

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