La N-340, victima del centralismo político

Seguramente la N-340 sea la carretera más larga de todas las que recorren la península ibérica, y es la fiel heredera de las lógicas territoriales de sus fundadores, los romanos.

La N-340 es una de esas carreteras que te permite explicar la historia de un país o de un territorio, y si quisiéramos me atrevería a decir que podríamos explicar la historia de España simplemente desplazándonos por ella.

En España, por orden de importancia se suele poner en valor las 6 carreteras nacionales que salen de Madrid, pero eso tiene una explicación política, pues el centralismo político que empezó con Carlos V y Felipe II, hizo que Madrid pasase a convertirse en una capital política, cuando debiera ser un simple villorrio, como nos recuerda Franco Farinelli en una entrevista en La Vanguardia.

Es aquí cuando empieza a marginarse las carreteras que no pasan por Madrid, y esta marginación se acentúa con la modernidad. El centro político, Madrid, prioriza exclusivamente las carreteras que pasan o se dirigen hacia esta ciudad, el resto sufren una marginación periférica, y el ejemplo por antonomasia es la N-340.

Esta lógica centralista no sólo se refleja en las carreteras, en la red de tren, se puede observar la misma lógica y la misma marginación, vean sino la red de trenes AVE, y la marginación que sufre el eje ferroviario del Mediterráneo, que padece los mismos males que la N-340.

Si no fuera por la Unión Europea, seguramente esta marginación seria todavía mayor, pues a diferencia de los estados naciones, donde impera un centralismo jacobino, y España es un buen ejemplo, la Unión Europea se rige por otros principios de territorialidad, y en Bruselas son conscientes que las problemáticas entre el centro y la periferia se deben corregir con una actuación en contra de la marginación periférica, cosa que los estados, y Madrid concretamente olvidan, a sabiendas.

La N-340 es un hecho histórico, es el legado, en
España, de una de las civilizaciones más importantes que ha habido en los últimos 3000 años, los Romanos. Todos sabemos que la historia es cíclica, y que los territorios vuelven a inercias que parecían perdidas, pero que vuelven y revuelven.

Negar al litoral mediterráneo, por donde transcurre la N-340, las infraestructuras adecuadas a su importancia estratégica es una negligencia que se pagará caro, pues seguramente, el litoral mediterráneo sea la zona mas dinámica y con mas proyección de la península, y no adecuar este territorio al siglo XXI penaliza al conjunto del país, y pone a cada uno en su sitio.